La montaña dormida guarda un mito en su cuerpo. El Iztaccíhuatl es amor petrificado, memoria de un sacrificio eterno. Caminarla es entrar en un sueño que duele y sana, es recorrer su silueta y recordar que incluso en la quietud, la vida palpita.



por persona
Del 27-28/Dic/25
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Fechas:
27-28/Dic/25